LOS QUINCE DE LA NIÑA, de Diana Viveros

(Fragmento de Amor trunco)


El mozo se acercó con la libretita. Lo saludó con la fórmula por demás conocida y antes de preguntar qué va a pedir el señor, Gustavo Álvarez lo vio sacar el lápiz del bolsillo y apuntar el pedido. Le observó con detenimiento. En el largo tiempo que llevaba sin aparecer por el local, el mozo se había dejado crecer el vello facial. Era el único cambio que pudo notar. Para el otro, sin embargo, aquello resultó excesivamente sencillo. Los gustos del cliente no habían variado en absoluto. Así lo infirió sosteniéndose en el hecho de que Gustavo Álvarez era un hombre comedido, de usos crono-metrados y austeros, un esclavo del reloj y de la rutina, una insípida rutina de solterón.

––Una taza de chocolate y dos alfajores de hojaldre, ¿cierto?

El profesor respondió con rubor. Hubiera querido enfrentarse a ese joven de insólita pelusa en el mentón que se estaba burlando de su vida sin matices. Sólo por contrariarlo, hubiera optado por un café cortado con galletitas de coco, o peor, para hacer alarde de una gran creatividad, hubiera pedido muslo de pollo o cualquier alimento inapropiado para la merienda, pero antes de que acabara de ima-ginar la respuesta del mozo recibiendo semejante orden, éste traía la bandeja con gracia y altivez. En los ademanes del chico había una sombra de triunfo: no tenés secretos para mí, yo sé incluso cuánto te llegó a gustar aquella mujer misteriosa que trajo la lluvia, yo sé ––y no te lo voy a decir, mortificate, que la incertidumbre te consuma–– si ella volvió y preguntó lo mismo que se adivina en tus ojos o no, yo, un simple mesero con unos clavos de bigote, sé si la mujer regresó al café a buscarte o no, si ha indagado por tus señas particulares o no, sé si ella confesó al barman ––todos lo hacen–– que vos la impactaste o que no, sé si estaba desespera-da de angustia igual que vos, pero jamás te lo voy a decir. Sólo él, el joven de la bandeja de la que ahora bajaba la taza y los pasteles sobre la mesa, y quien se complace en torturar al cliente con su silencio de asalariado, uno cínico y sumiso, y se deleita con la humillación a que lo está sometiendo, sabe si esa mujer retornó al café después de aquel encuentro fortuito. Gustavo Álvarez, casi derrotado, está a punto de preguntar por ella, ya las palabras se articulan en su mente, ya se le suben a la garganta, hacen operar el mecanismo de la lengua, se arremolinan en la vera del camino y cuando abre la boca para expulsar aquello que le arde en la carne, el mozo sólo percibe esta pregunta:

––¿No tendrá algo salado?

Y en los ojos de uno hay hastío: odio mi trabajo, me voy a colgar del techo esta noche; y en los ojos del otro un guiño victorioso: te jodí, boludo.





"Los quince de la niña" (Cuentos)
Índice. El buitre y la paloma / Amor trunco / Los quince de la niña
24 Páginas. 1a. Edición Buenos Aires 2008. Precio: 10 (Europa) / 75 Dólares (Estados Unidos) / 10 Reais (Brasil) / 10. mil gs. (Paraguay) / 10 Pesos (Argentina). Tirada: 50 ejemplares. Tapa: Hechas de cartón reciclado, pintadas a mano por Natalia Villamil et Ever Román, & colaboradores voluntarios . Impreso en Talleres Ayoreos S. A. Tel.: 5411-4961-7244. E-mail: barcoborracho@gmail.com
Con el auspicio de YIYI JAMBO.

Diana Viveros (Asunción, 1981). Es abogada y escritora. Publicó “Café Kafka”, (Jakembo editores, 2006), “Ingenierías del Insomnio” (Jakembo editores, 2008), junto con su hermano Javier Viveros) y en la antología “Anales Urbanos” (Servilibro, 2007”. Contacto: dianaviveros@gmail.com

LA CULEADA Y OTROS CRUENTOS, de Humberto Bas

Ayayaina mamacita

(cuento)


Vi el avión chiquitito que volaba alláaa... por sobre los eucaliptos del arroyo y después se hacía más grande sobre el techo de la escuela, después más grande sobre elospital, más grande en la esquina y mas fuerte su ruido y me empujaba contra el suelo y después se me venía encima y BUUM-MMM...

¡Ndéee rasóre! Casi me pela el jopo de un saque.

Salí corriendo a mi casa y me metí bajo la cama de mamá. Allí quedé un rato hasta que se fue el ruido por sobre el cementerio.

Entonces sentí que mi talón tenía pelos. Eran cosquilleros los pelos. Me moví y allí estaba una rata grande que me mordía el dedo mas chico, casi me lo saca. Del susto abrí la boca y se me llenó de pelusa. Otra vez salí corriendo, y de paso tumbé el bacín lleno de orín y me golpeé la cabeza con la cama y se me hizo un chichón justo donde tenía un granito y me empezó a sangrar.

Me fui a buscar el trapo para limpiar antes que llegue mamá. En el corredor, mientras corría, me atajaba la cabeza de tanto dolor.

-¡Ayayaina mamacita! -decía yo.

Pero no lloraba porque quería ser hombre.

Así era que corría y me golpeé el codo con el marco de la puerta cuando estaba entrando al baño. Por mi cuerpo se paseó toda la electricidá y mis ojos seguro que se prendieron como un foco.

Era nomás un día desgraciado para mí y eso que no era martes trece.

Me senté a descansar sobre el güáter y dije que por lo menos allí iba a estar tranquilo. Me fijé bien que no haya cucaracha atrevida que se me meta por atrás y me puse a cagar.

¡Aaaaaah, qué gusto que daba eso! Después de tanto susto a mi me entran siempre esas ganas de que me salgan esas cosas.

Me quedé largo rato allí. Jugaba con el rollo de papel higiénico que ayer trajo mi mamá del mercado.

Era lindo limpiarse con eso porque era fino y no te hacía doler nada. Yo antes decía luego que mi traste era el más anoticiado por que siempre me limpiaba con papel de diarios.

Cuando terminé me quise limpiar, pero tanta yeta tuve que el papel se me rompió con el dedo grosero y casi me lo metí todo en el culo. Quedó mi dedo hecho a la miseria, empavonado de mierda. Entonces era que sacudí para sacármela y me golpeé la mano en la pared y tanto me dolió que me metí el dedo en la boca.

¡Issshhzzhsss, ayayaaina mamacita! Ese sabor pues yo no le regalo a nadie, ni al señor san la Muerte en el día de su santo.

Me enjuagué la boca con jabón y ceniza y un poco de creolina que eran otro asco, pero menos de lo que tenía, y así fui a sentarme bajo la parralera del patio.

Allí lo único que podía pasarme era que me orine una cigarra.

Y me orinó nomás la desgraciada.

Esperé y esperé largo rato para que mi mamá llegue de su trabajo y la tardecita ya se iba poniendo fresca. A mi me gustan las tardecitas por que los pájaros volan todos desoparramados por allí.

Cuando llegó mi mamá me puse contento porque con ella no había desgracia que se me arrime.

Ella empezó a hacer la cena y más después era que me llamó desde el baño. Me preguntó si por dónde mierda era que yo cago que dejo toda enchastrada la pared.

Entonces me pegó dos cintarazos y yo dije:

-¡Ayayaina mamacita! -y no quise ser más hombre y me puse a llorar.


(1989)


"La culeada y otros cruentos"

Índice. EL CHARQUITO / AYAYAINA MAMACITA / LA MEMBRANA / LA CULEADA

32 Páginas. 1a. Edición Buenos Aires 2008. Precio: 10 Euros (Europa) / 75 Dólares (Estados Unidos) / 10 Reais (Brasil) / 10 mil gs. (Paraguay) / 10 Pesos (Argentina)

Tirada: 50 ejemplares / Tapa: Hechas de cartón reciclado, pintadas a mano por Natalia Villamil et Ever Román, & colaboradores voluntarios. Impreso en Talleres Ayoreos S. A. Tel.: 5411-4961-7244. E-mail: barcoborracho@gmail.com

Con el auspicio de YIYI JAMBO.


Humberto Bas (San Ignacio Misiones, PY, 1965). Vive en Neuquén, Arg., desde hace 24 años. Autor de “La culeada”, adaptada para el teatro por Griselda Nicolau (Dirección de Paula Mayorga); de la novela “El Superpalo” (Jakembo editores – Editorial El fracaso, 2007). Tiene inéditos: “La Culeada y otros Cruentos”, “Bolodo Poro Corloto”, novela; “Cándido y Moraleja”, novela; “Lès Julianôs”, novela. Contacto: elumber@gmail.com


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PERRO PROLE, de Cristino Bogado

(fragmento)



"El trabajo humaniza"

Karl Marx

De carácter manso, movimientos suaves, casi como los de un gato, y, eso sí, vehemente en la expresión, con sus ladridos emergiendo viri-les del gaznate y el atávico respingo de la cabeza para aproximarla al máximo hasta la luna invisible, así es mi perro.

Tengo que decir que, además de su amo (uno de sus amos), también soy su ‘chofer’. Los tiempos que corren exigen héroes a su altura. En ellos, necesariamente, a gente como yo le queda un papel muy secundario, el del amigo sin carácter que pregunta al Papel principal cómo le fue con la Dama, por ejemplo.

La faena rutinaria es más o menos como sigue: alguien llama a Empresas Huesos Hábiles S. R. L., y marca una cita a determinada hora del día. Generalmente, se trata de gente retirada, ex militares o policías, o ex bancarios, pues estos reúnen los dos elementos básicos que forman la materia prima con la que trabaja mi perro: soledad, abandono por parte de los suyos, y dinero ahorrado en alguna caja de jubilación para tratar de paliarlo.

Mi hermanita atiende las llamadas mientras tararea algún hit de Kylie Minogue, anota las direcciones del potencial cliente, mira la agenda y confirma la hora exacta de la visita. Nosotros, mientras tanto, pasamos el rato despiojándonos el tedio en el ático infantil hasta que somos avisados por una alarma de bombero accionada por una cuerda, como las que se usan en los colectivos públicos. Puestos en pie, nos deslizamos como Batman y Robin por un tubo previa-mente engrasado, tomamos los datos y salimos a la calle. My sister aumenta entonces el volumen del tocacintas, y eso es todo.









"Perro Prole" (cuentos)

Índice. PERRO PROLE / HIJOS COMO ESTRELLAS / LA NO-VELA DEPOIS DE MI (A)MOR

32 Páginas. 1ra. Edición Buenos Aires 2008 - Precio: 10 Euros (Europa) / 75 dólares (Estados Unidos) / 10 Reais (Brasil) / 10 mil gs. (Paraguay) / 10 Pesos (Argentina). Tirada: 50 ejemplares. Tapa: Hechas de cartón reciclado, pintadas a mano por Natalia Villamil et Ever Román & colaboradores voluntarios (abierto a todo el mundo). Impreso en Talleres Ayoreos S. A. Tel.: 5411-4961-7244. E-mail: barcoborracho@gmail.com

Con el apoyo de YIYI JAMBO.


Cristino Bogado (Asunción, 1967). Es editor de las editoriales: JAKEMBÓ (http://jakembo.blogspot.com) y YIYI JAMBO (http://yiyijambo.blogspot.com). Autor del blog: http://kurupi.blogspot.com. Obras: “La copa de satana”, 2002; “Dandy ante el vértigo”, 2004; “Punk desperezamiento”, 2007; “Jugo Loco, Última poesía paraguaya 1996-2007, 2007”; "Dandy Maká", 2008. Inéditos: “Tatú ro'o metafísico (xapoesía en poro'unhol)”; “Ysypó Paraguay Rembó (cantos macarrónicos en tren bala paraguayensis)”; “Los bichos han piãdo (nu-bella de aprendizaje polisexual)”; “Ni Schumann ni Schopenhauer (pastiche-musical sobre Las Musarañas)”; “La risa es un pene en erección (dialectización 3 f sobre guerra da cuádruple alianza futurista)”; “Memorias de un jointcero (Amóntema narrativo retrovisoreado en tiempos de resaka)”; “Historia de la literatura homo paraguaya (buñuelizacion en un flá de Bolaño)”,” La no-vela del día depois de mi (a)mort ( (ficción folisófika desde o delirio da perspectiva gua’ú sub especie eternitates))”; “La filosofía del pop (divague chamburreado de ensayístika, aforismos, notas sueltas, etc. sobre lo fenómenos olvidados por el pensamiento)”. E-mail: jakembo@gmail.com

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